Hace unas semanas comenté en este blog mis impresiones sobre la novela de Pierre Lemaitre, «Tres días y una vida». Varios de mis amigos y mis conocidos me dijeron que había escogido la peor novela de este autor, y que tenía que leer otras. Y lo he hecho: «Alex» y «Camille». Sé que no es el orden correcto. Que debería haber empezado por «Irène», pero reconozco que soy bastante anárquica en mis lecturas.
Y sí, llevaban razón, después de terminar «Alex» y «Camille» reconozco que mi opinión sobre este autor (no sobre su libro «Tres días y una vida») ha cambiado radicalmente.
Ambos libros forman parte de la tetralogía protagonizada por el inspector de la policía francesa Camille Verhoeven; personaje peculiar, cuya principal característica en su extremadamente corta estatura. Y, aunque las dos novelas tienen rasgos comunes – narración omnisciente desde el punto de vista de dos personajes, descripciones extremadamente concretas sobre torturas y violencia – para mí, «Alex» está a gran distancia de «Camille». De «Camille» y de muchas otras novelas. Es un thriller psicológico con un desenlace inesperado, que parece ser la marca de Pierre Lemaitre. Hacernos creer que sabemos de qué va la historia. Para sorprendernos con un giro totalmente imprevisto. Que puede llevar incluso a un nuevo giro y que nos mantiene enganchados.
En estas dos novelas, los personajes no son lo que parecen ser – al menos algunos de ellos – y nos mostrarán su verdadera cara más allá de la mitad del libro.
En ambos casos, la investigación policial de unos sucesos delictivos, un secuestro en el caso de «Alex» y un robo con violencia en el caso de «Camille», nos llevarán a través de emociones y de vidas aparentemente normales que esconden un secreto que se nos irá revelando en las páginas finales de la novela.
Imposible no coger cariño a ese hombre diminuto y malhumorado que no consigue vencer esa especie de maldición que le persigue en su vida privada y que le lleva a tener un estilo muy peculiar y poco amigo de la obediencia en las investigaciones.
¿Y qué decir de los otros personajes habituales? Me declaro fan de Louis, el colaborador de Camille. Ese hombre sacado de otro mundo, impecable siempre, que le da el contrapunto al, en ocasiones, poco educado inspector.
En definitiva, obras muy, muy recomendables. Desde mi punto de vista «Alex», imprescindible. Me leeré también «Irène», para tener la visión completa.